Hoy miro hacia atrás y empiezo a pensar si algunas de las decisiones que he tomado en mi vida han sido las correctas. En aquellos momentos no pensaba si iba a equivocarme o no, simplemente tomaba la decisión que yo quise en un momento dado. Las decisiones no eran buenas o malas, sólo son decisiones.
Me lo pregunto porque quizá las cosas no estén saliendo como quiero por esos acontecimientos decisivos. Quizá la opción que tendría que haber cogido era la B y no la A, o viceversa, o incluso la opción C.
Lo que más me molesta es que haya gente que sufrió por mis decisiones, y que me vean actualmente como la peor persona que han podido conocer. Son varias personas, y a todas ellas, les digo "Lo siento". Está dicho de corazón, aunque no podáis comprobarlo.
Lo comprendo. Los momentos límite no están hechos para mi. Por eso no me gusta ser el lider, porque algunas decisiones no sé tomarlas como es debido y porque bloquea mi paz interior.
No obstante, esto es lo que hay. Si me he equivocado, intentaré no cometer más el mismo error. El único problema es que todavía me quedan multitud de fallos por hacer. Y saber eso, ánimos, precisamente ánimos...pues no.
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